Mínimo estaríamos lesionados un par de semanas, así que si definimos rápido como dos o tres días, no hay caso
¿QUÉ ES UN ESGUINCE?
Contra lo que algunos creen, un esguince no es una fractura ni una fisura de hueso, ni siquiera le afecta como tal: es una distensión de los ligamentos (tejido fibroso que conecta unos huesos a otros) que sostienen el tobillo, tras sufrir un estiramiento más allá de su límite (con o sin rotura).
¿A QUIEN LE PASA?
Esta lesión no distingue de edades ni de forma física, y puede provocarla una entrada en el fútbol, o algo tan simple como doblar el pie porque hemos pisado una piedra, por apoyarlo en la calzada sin contar con la altura de la acera y dejamos caer el peso diez centímetros más abajo de lo que habíamos calculado, al subir o bajar una escalera midiendo mal el ancho del escalón, o incluso manteniendo una postura de estiramiento un tiempo prolongado.
¿HAY TIPOS DISTINTOS DE ESGUINCES?
El esguince de tobillo más común es el esguince lateral, que se produce cuando el pie gira hacia el interior y daña los ligamentos exteriores del tobillo. Son menos habituales los que afectan a la parte interna.
¿QUÉ GRAVEDAD TIENE?
La distensión puede ir de leve a grave según el daño en los ligamentos, pero en general son lesiones menores. En ocasiones, sin embargo, se inflama la zona y genera dolor, imposibilitando caminar y pudiendo provocar hematomas y/o deformidad, teniendo subyacente una fractura peroné o una rotura de ligamentos, así como distensión muscular.
En este caso, se debe consultar con un profesional sanitario para que valore el alcance y paute un tratamiento.
Sin él, y sin una rehabilitación adecuada, puede acabar por debilitarse el tobillo y favorecer nuevos esguinces, con los problemas a largo plazo que eso supone (dolor crónico, inestabilidad continua, ...).
A nivel de diagnóstico se clasifican en Grado 1 (estiramiento sin desgarro, 2 o 3 semanas), Grado 2 (desgarro parcial, 3 a 6 semanas) y Grado 3 (desgarro completo o rotura, hasta varios meses y podría requerir cirugía).
¿CÓMO SE TRATA?
En las primeras 24 horas, como mínimo, se recomienda reposo, aplicación local de hielo en casos con mucha inflamación, compresión y pie en alto.
Desde el inicio se puede aplicar un tratamiento y pautar ejercicios específicos de fuerza que reduzcan la inflamación (y por tanto el dolor), y mejoren la movilidad.
¿PUEDE PREVENIRSE?
Hay cosas que pueden reducir el riesgo, como trabajar la propiocepción*, la fuerza y el tono muscular de la zona, calentar antes de hacer deporte, mirar siempre por dónde pisamos sobre todo si es un terreno irregular, usar calzado del número correcto y que sujete bien el pie, ... y no usar tacones.
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* Propiocepción: "Conciencia de la postura, el movimiento y los cambios en el equilibrio, unida al conocimiento de la posición, peso y resistencia de los objetos en relación con el cuerpo". Real Academia Nacional de Medicina
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